Hay que trabajar sin prisa y sin pausa, introduciendo las adaptaciones convenientes en cada momento del proceso de enseñanza-aprendizaje

Los jóvenes con síndrome de Down de hoy consultan la programación de televisión, las guías de espectáculos, leen los menús de los restaurantes para elegir sus comidas y bebidas, elaboran los listados de sus compras y recados, leen y contestan mensajes y cartas, siguen las instrucciones de recetas de cocina y del funcionamiento de aparatos, leen las noticias diarias, las críticas de cine y espectáculos y los comentarios deportivos. Acceden a la información escrita en general y a la cultura leyendo periódicos, revistas, cuentos, novelas y otros libros. Han mejorado sus capacidades comunicativas —receptivas y expresivas— sus posibilidades de interacción personal y sus habilidades sociales. Están más «inmersos» en el ambiente social al que pertenecen. Todo esto es razón suficiente para plantearse como objetivo enseñar a leer y a escribir a todos los niños y jóvenes con Síndrome de Down.
Entre los diferentes recursos metodológicos que utilizamos para favorecer el aprendizaje de la lectura y escritura se encuentran:
Hay condiciones generales y pautas que nos dan luz en el camino , que nos permite trazar pequeños pasos y avanzar, uno a la vez, teniendo la claridad en que la confianza y el respeto por el proceso de las niñas y los niños es lo más importante, y bien vale la pena.
El proceso de lectura y escritura es un recorrido que se hace día con día. Si sabemos dónde estamos y hacia dónde vamos, lograremos nuestra meta
– (Mtra. Adriana Pérez Carreón)